La provincia de Teruel sobresale por su geografía árida y rocosa en la parte de las altas sierras y arcillas blandas en los llanos.
En las sierras de Javalambre y Valdelinares, hay dos centros de esquí que ofrecen sus instalaciones a los apasionados de los deportes de invierno.
Teruel es, en sí misma, ideal para el turismo de aventura debido a su naturaleza agreste, siendo especial para realizar caminatas y excursiones contemplando los paisajes y la fauna propia de la región.
En cuanto a la arquitectura, es posible apreciar numerosos castillos, fortificaciones, templos y ermitas, así como el sensacional mudéjar de Teruel, que conforman el patrimonio histórico-cultural de la provincia.
En el municipio de Alcañiz vale la pena visitar el Castillo de los Calatravos, sede actual del Parador Nacional de Turismo, el cual conjuntamente con la Plaza de España y el casco histórico reúnen restos artísticos de estilos románicos, góticos, renacentistas y barrocos. Mención aparte merecen los pasadizos situados bajo la Plaza de España y el mural gótico de la Casa Consistorial.
Por su parte, en la capital homónima encontramos grandes atracciones como las Torres de cerámica vidriada y alfarería única, un auténtico legado de los musulmanes, la Catedral, que exhibe elementos islámicos almohades, y la Plaza del Torico, famosa por su escultura taurina. El Paseo del Óvalo, junto con las Torres de San Martín, de San Pedro y del Salvador, también merecen ser visitadas.
La gastronomía local se basa especialmente en el cerdo, destacándose además las sopas de ajo, la perdiz escabechada y el cordero asado.
Esta es sólo una pequeña muestra de lo que podrás apreciar en tu viaje a Teruel. Escoge tu alojamiento y prepárate para disfrutar al máximo de los placeres que esconde esta bella región en cada uno de sus rincones.