Orense es una bella ciudad de Galicia de origen romano, por lo que es poseedora de una gran riqueza histórica.
Su principal monumento religioso es la catedral de San Martín, templo de origen románico que presenta retablos de estilo gótico. Siguiendo el recorrido por la arquitectura religiosa, merece la pena realizar una visita a la iglesia Santa María de Aguas Santas. Si concurrimos a la iglesia de la Santísima Trinidad, el retablo renacentista que se encuentra en la capilla mayor y su bóveda de crucería son los elementos que más nos llamarán la atención de todo el conjunto. Entre sus santuarios encontramos el de Nuestra Señora de las Ermitas, muy concurrido durante Semana Santa, el de Santa Clara y el de Nuestra Señora de los Milagros.
Esta ciudad cuenta también con numerosos puentes, como es el caso del Puente Romano, datado de la época de César Augusto y actualmente en ruinas, y el Puente Milenio, que simboliza el progreso y modernismo de Orense. El Puente Nuevo, el de Loña y el Puente Codesal, son otros de los puentes que se hallan dispersos por la ciudad.
Los balnearios de aguas termales son ideales para una jornada de relax. El balneario de Pozas de A Chavasqueira, se destaca porque el agua emana desde el interior de Templarium, una construcción de granito. Otras piscinas al aire libre son el Manantial do Tinteiro, cuyas aguas poseen propiedades para curar enfermedades de la piel, la Burga do Muíño, de acceso gratuito al público, y las Burgas de Outariz, donde la temperatura del agua alcanza 60 grados. Para llegar a las termas, podemos hacerlo en el tradicional trencito que recorre cada una de ellas. La existencia de estas piscinas al aire libre hace que la ciudad sea popularmente conocida como la Ciudad de las Termas.
Lo ideal es hacernos tiempo para conocer los museos de Orense. Por un lado, se encuentra el Museo Gallego do Xoguete de Allariz, ideal para concurrir con niños pues exhibe una interesante colección de juguetes, y por el otro está el Museo Arqueológico, que nos permitirá hacer un recorrido por la vasta historia de la ciudad.
En la zona del casco histórico, se aglutinan diversos bares y restaurantes donde es posible deleitarse con las mejores exquisiteces de la gastronomía gallega, muy popular por sus empanadas y mariscos.