En toda su extensión, Castilla y León presenta un importante número de cavidades subterráneas, que constituyen por sí solas interesantes atractivos turísticos.
Las cuevas, formadas en las montañas por la acción del agua durante siglos, conforman galerías de singulares figuras que invitan al turista a disfrutar de estalactitas milenarias, grandes salas, corredores y pasadizos naturales.
A excepción de Valladolid, todas las provincias disponen de amplias zonas montañosas que resultan ideales para realizar espeleoturismo, práctica que consiste en explorar cuevas sorteando los obstáculos naturales presentes en ellas, como es el caso de los pozos o ríos subterráneos, valiéndose de herramientas específicas. Claro que para este tipo de actividades, lo mejor es realizarlas de la mano de un experto debido al riesgo que conllevan.
En las proximidades de las Hoces de Vegacervera se hallan las cuevas de Valporquero, una de las formaciones más jóvenes de Castilla y León. A lo largo de un kilómetro de extensión, el visitante atravesará puentes y caminos mientras contempla sus maravillosas formas que se encuentran repartidas en las siete salas visitables.
La Cueva de Los Enebralejos, dependiente del Ayuntamiento de Prádena, es una cavidad subterránea de unos 40 millones de años de antigüedad, de la cual sólo pueden visitarse 600 metros de los casi 3700 que abarca. Según cuentan los pobladores de la zona, la entrada a la cueva fue cerrada por la Santa Inquisición durante la época de los Reyes Católicos, pues se pensaba que era usada por los judíos como escondrijo, hasta su redescubrimiento en 1932.
La Cueva de Los Franceses, situada entre Covalagua y el Páramo de la Lora, es una formación rocosa esculpida por la acción del agua, en cuyo interior ofrece un recorrido de 500 metros plagado de estalactitas.
Las Cuevas de Ojo Guareña, localizadas al norte de la provincia de Burgos, son galerías subterráneas que supertan los 100 km. de extensión, las cuales representan el complejo kárstico de mayor dimensión de España. Dado a los diversos yacimientos arquelógicos y muestras de arte rupestre que allí se encontraron, fueron declaradas Monumento Natural. Dicho complejo consta de 18 cuevas principales, que en su mayoría se encuentran conectadas entre sí a través de diferentes galerías y niveles, conformando un verdadero laberinto. La única cavidad abierta al público es la Cueva y Ermita de San Bernabé.
La Cueva de La Galiana, ubicada en el Parque Natural del Cañón del Río Lobos, ofrece al visitante un recorrido sencillo de tres horas que discurre por la Sala del Dormitorio, la del Lago, la de los Tours y la Sala del Bosque.
Estas son sólo algunas de las cuevas que pueden visitar los turistas en su paso por Castilla y León. ¡Descúbrelas y disfruta de este peculiar tesoro subterráneo!
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xacobeo-turismo.es