Comillas es una de las villas de Cantabria más visitadas, especialmente por su maravilloso conjunto arquitectónico que se encuentra enmarcado por un entorno natural de excepcional belleza.
Bañada por las aguas del mar Cantábrico, esta localidad marinera conserva las huellas que han dejado artistas de la talla de Gaudí, Martorell o Llimona.
Declarada Bien de Interés Cultural, la Universidad Pontificia, en sus tres edificios, es un claro ejemplo de la evolución de los estilos arquitectónicos. Mientras que el empedrado casco histórico fue designado conjunto histórico-artístico. Todo esto, demuestra que Comillas es una localidad que merece ser recorrida en su totalidad.
En el parque natural de la localidad podemos asistir a los diversos centros de información con los que cuenta, los cuales servirán de guía para los visitantes. Al mismo tiempo, cuenta con zonas de recreo y senderos debidamente señalizados, para una mejor aproximación a la naturaleza del lugar.
Por otro lado, cabe señalar que Comillas es poseedora de un conjunto de elementos arquitectónicos de enorme valor, entre los que sobresale el Capricho de Gaudí, una residencia de verano con fantásticos torreones y azulejos con relieve de girasoles, con un diseño digno de un cuento.
También son especial interés el Palacio de Sobrellano y la capilla panteón, entre otros. Todos ellos, muestra viviente del modernismo catalán.
El Palacio de Sobrellano, inaugurado en 1888, encierra diversos estilos que van desde el gótico civil inglés hasta elementos palaciegos venecianos. Posee una estructura bien sencilla, que incluye un hall central distribuidor y una escalera monumental de mármol blanco.
Contigua al palacio se ubica la Capilla-Panteón de los marqueses de Comillas, que fue construida por el catalán Martorell, como una especie de catedral en miniatura, y que dispone de mobiliario de Antoni Gaudí.
La ruta modernista por Comillas se ve completada con el Santo Hospital de Comillas, la Fuente de Tres Caños y la Coteruca, que fuera casa de verano de la familia Riera.
Por último, y no por eso menos importante, resulta altamente recomendable visitar el Paseo Marítimo y su playa, un lugar ideal para disfrutar del Mar Cantábrico en su máxima expresión.
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