Viver es una villa situada dentro de la provincia de Castellón, al noroeste de la comarca del Alto Palancia. La existencia de más de 50 fuentes en todo su término municipal, le valió el nombre de Viver de Las Aguas.
Debido a su diversidad de climática, el municipio es dueño de una amplia variedad paisajística, que incluye desde el bosque mediterráneo, pasando por los campos de trigo del altiplano, hasta las zonas fértiles irrigadas con las aguas de caudalosos manantiales.
Para apreciar mejor su paisaje, nada más indicado que visitar la Floresta, un gran parque natural que está ubicado en el cauce del barranco Hurón, el cual atraviesa la población. Aquí, además de una variada y abundante vegetación, es posible apreciar las casas colgantes que penden sobre las paredes del barranco así como diversas cascadas y saltos de agua, que hacen de este lugar un sensacional paraje. Además, el parque cuenta, entre otras cosas, con pistas de tenis y juegos para niños.
Por su parte, en la margen izquierda del río Palancia se ubica el Paraje del Sargal, un espacio de ensueño que se halla rodeado de montañas y que posee grandes atractivos, como es el caso de las Cuevas del Sargal, formadas por la acción de las aguas de la fuente del Pontón.
La Ermita de San Roque, localizada en lo alto del monte que lleva el mismo nombre, domina el pueblo. Este lugar es conocido porque cada 16 de Agosto, los lugareños se reúnen allí luego de la tradicional subida al monte. Desde aquí, pueden apreciarse estupendas vistas panorámicas de Viver.
Además, resulta interesante visitar algunas de las tantas fuentes y manantiales que se encuentran en esta población, como la Fuente de Ragudo, que surge al pie de los montes de Ragudo, y la Fuente de San Miguel, ubicada a 1 km del pueblo. Cerca de ésta última se emplaza el antiguo molino de Aguas Blancas, un atractivo lugar de recreación, ideal para pasar un día al aire libre.
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En esta villa pase los mejores veraneos de mi juventu, en casa de mis abuelos.
Que recuerdos mas bonitos con mis primos y amigas y amigos, estos recuerdos son para siempre.
Si es bonito de ver, más bonico de vivir en el
Lo mejor de mi juventud desde 1963 hasta 1974 lo pasé allí FELICES años y estupendos amig@s de hecho la fiesta del Santo y la feria del aceite no me las pierdo por nada del mundo.