Daroca es una ciudad que dispone de un gran legado histórico, que se evidencia en su privilegiado patrimonio monumental y artístico. Cuenta con un recinto amurallado que protege el casco antiguo, considerado el más extenso de Aragón. Los templos que aún se conservan, dan cuenta de la importancia que tuvo la ciudad durante el periodo medieval, ya que dos de sus iglesias son vistas como el eslabón aragonés en el que culmina el Románico y se inicia el Mudéjar.
Pasear por sus calles añejas representa una experiencia única, que nos transportará a cada uno de los rincones de las portentosas murallas. El recinto amurallado de Daroca, posee más de cuatro kilómetros de extensión, y está compuesto por castillos, diversos torreones y varias puertas, algunas de ellas de carácter monumental. Lo que permite considerar a la ciudad como una de las poblaciones más ricas a nivel cultural de todo Aragón.
El templo de San Miguel, de estilo románico, es una construcción que data del siglo XII, y que conserva en su interior destacadas pinturas góticas. Actualmente, es utilizado como sala de conciertos y para la realización de actos culturales.
De sus puertas sobresalen la Puerta Alta, el portal de la muralla que brindaba acceso desde la zona más alta de la ciudad, y la Puerta Baja, considerada como la más monumental y emblemática de la ciudad.
El Castillo Mayor es otro de sus atractivos. Se trata de una fortaleza de origen árabe que articuló un complejo sistema defensivo compuesto por numerosos torreones, que pueden apreciarse a lo largo de 10 kilómetros de murallas.
Los que prefieren hacer un recorrido por los muesos locales, pueden dirigirse al Museo Comarcal Hospital de Santo Domingo, un edificio del siglo XVI que alberga materiales arqueológicos así como una vasta colección de obras de arte religioso; el Museo de los Corporales, situado en la colegiata de Santa María; y el Museo de la Pastelería, sitio perfecto para conocer los sabrosos lamines darocenses.
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