En la provincia de A Coruña, en su límite con Pontevedra, se levanta el municipio de Padrón, un sitio con un patrimonio arquitectónico y monumental que vale la pena apreciar.
Esta localidad alberga lugares de gran revés cultural como la Casa Museo Rosalía de Castro, que fue la residencia en la que la autora escribió sus obras más destacadas
En cuanto a la arquitectónica religiosa, sobresale la Iglesia Parroquial de Santa María de Herbón, que es parte del convento que lleva el mismo nombre. Se trata de una construcción de estilo románico que data del siglo XII y se caracteriza por su base rectangular y un ábside semicilíndrico. También, se puede apreciar el convento del Carmen, en cuyo interior se conservan tallas de un gran valor artístico. Además cuenta con un mirador desde donde se observan las rías del Sar y el Ulla.
La Iglesia de Ira Flavia, popularmente conocida como Santa Maria de Adina, es una edificación del siglo XII, que fue reformada siglos después, conservándose solo de su estructura original la portada y las torres de estilo románicas. Aquí, es posible admirar una imagen románica de la Virgen, los sepulcros de los obispos, así como las colecciones artísticas del Museo de Arte Sacro. En la llanura de la parroquia de Iría Flavia, se erige el castillo Torre do Monte, una hermosa finca gallega a la que se accede atravesando un gran portalón.
Continuando con el recorrido, resulta atractivo acercarse hasta el Jardín de la Villa, declarado Monumento del Patrimonio Artístico, en donde se halla el «árbol del coral» o «árbol del amor», en forma de corona, que trae consigo una serie de leyendas.
En Padrón, vale la pena conocer el Palacio de Lestrove, el cual fue construido por Bartolomé Rajoy Losada en 1752 y que sirvió como lugar de retiro y descanso para los obispos compostelanos.
En cuanto a los pazos, sobresalen do: el Pazo de Martelo, ubicado entre los municipios de Padrón y Rianxo, que es una antigua casona en la que residieron las familias nobles de la villa; y el Pazo gallego del Retén, también llamado conocido como Casa Grande de Arretén, es una construcción del siglo XVI que fue reformado centurias después, de ahí que posea una diversidad de estilos, tal como puede verse en la capilla y la escalinata del patio.
Con todo esto, no resulta difícil adivinar que Padrón es una ciudad de gran belleza, que aún conserva latentes las huellas del pasado, las cuales toman forma en su magnífico patrimonio monumental y artístico.