En la zona sur de la Costa Brava se levanta la ciudad de Lloret de Mar, cuna de pescadores. Constituye uno de los centros turísticos de mayor envergadura de la costa de Girona. Playas y calas de aguas cristalinas se suceden una tras otra, en contraposición al casco histórico, que conserva el trazado de una antigua villa marinera.
Lloret de Mar está situada en la comarca de la Selva, y en sus costas cuenta con imponentes acantilados, algunos de los cuales superan los 100 metros de altura, que al estar sumergidos en el Mediterráneo toman forma de calas con bellos fondos marinos, perfectos para el buceo, y diversos arenales. En los alrededores se extienden densos pinares hasta la zona de la playa y entre los cuales se erigen numerosas casas de veraneo.
Por sus cálidas aguas y las agradables temperaturas que se registran durante todo el año, este es el destino adecuado para descansar disfrutando de la brisa marina.
Si emprende un recorrido por el paseo del Mar contemplará modernas viviendas, que se conjugan con la iglesia de Sant Romà, de estilo románico-gótico, la ermita de Santa Cristina, que se alza sobre la playa, y el monumento a la Mujer Marinera de Ernest Maragall.
Otros ejemplos de estructuras modernistas de Lloret de Mar son la ermita de la Verge de Gràcia, el crucero que va hasta Sant Pere del Bosc y el panteón de la familia Costa Macià en el cementerio de Lloret.
Antes de retirarse no olvide visitar la torre sepulcral romana construida en la época imperial, que se alza cerca de la playas como Cala Morisca, Platja de Fenals o Santa Cristina.
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