Lérida es una ciudad de Cataluña que atrae a los visitantes por su interesante legado romano y musulmán, así como por su rico patrimonio religioso y cultural.
Su monumento religioso más significativo es el Catedral, a la cual popularmente se la conoce como la Seo Vella, que es considerada uno de los mayores claustros del continente europeo. Lo que más destaca del conjunto es su magnífica galería-mirador, desde la que pueden contemplarse estupendas vistas de la ciudad. Al mismo tiempo, Lérida posee una Catedral nueva, conocida como la Seo Nova, templo de estilo barroco donde se rinde homenaje a la Virgen de Montserrat y a la Virgen del Blau.
Prosiguiendo con nuestro recorrido por los principales edificios religiosos, visitamos la Iglesia de San Lorenzo, de estilo románico combinado con acabados góticos, el Convento de San Francisco, la Iglesia de San Martín y la Iglesia de San Antonio, por mencionar sólo algunas.
Por otro lado, la ciudad alberga atractivos castillos y palacios que no podemos dejar de ver. Así, por ejemplo, podemos ir al Castillo de Gardeny, una fortaleza construida por los Templarios que todavía conserva algunos restos de la muralla y las torres. El Castillo de la Zuda, antigua construcción de estilo mudéjar, y el Palacio de la Paeria, actual sede del ayuntamiento, son otros de los lugares a los que vale la pena realizar una visita.
La oferta museística está compuesta por el Museo Arqueológico, el Museo de Ciencia, el Museo Morera de Pintura y el Museo Diocesano de Escultura, entre otros.
Al pasear por la zona céntrica de la ciudad, es recomendable hacer una parada en el Centro de Arte de la Panera y el Auditorio Municipal Enric Granados. También, en esta zona podemos realizar una caminata por la calle peatonal conocida como Eje Comercial, que con sus tres kilómetros de extensión es considerada la más larga de Europa.
En cuanto a sus espacios verdes, se destacan el parque de la Mitjana y el parque de los Campos Eliseos, el más grande y el más antiguo de la ciudad respectivamente. También, podemos tomarnos un descanso en el parque de Santa Cecilia y Arborètum, un impactante jardín en el cual son representados el Pirineo y el desierto, con una rambla mediterránea que no tiene desperdicio.
Si disponemos de tiempo, podemos aprovechar para realizar una excursión al Valle del Arán, situado en los Pirineos, y al Valle del Boí, donde se localizan diversas iglesias románicas.
En fin, Lérida es poseedora de tantos atractivos que es difícil que los visitantes se resistan a regresar.
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