De enorme prestigio cultural y comercial, Valencia es la tercera ciudad más importante de España. Sus inviernos templados y veranos calurosos le brindan al visitante la posibilidad de disfrutar de sus playas de arena blanca que se extienden a lo largo de su término municipal, y que la transforman en epicentro de una gran área turística.
El casco antiguo concentra buena parte de sus atractivos turísticos, los cuales son una muestra de su pasado como capital económica y cultural del mediterráneo, como es el caso del conjunto catedralicio que se compone de la Catedral y la Torre del Miguelete, la Basílica de la Virgen y el Palau de la Generalitat, conformando así una bella plaza dedicada a la benefactora de la ciudad, la Virgen de los Desamparados.
La Lonja de la Seda es, sin duda, el monumento más emblemático del pueblo. Considerado uno de los edificios más hermosos de la arquitectura gótica civil europea, posee una apariencia rígida propia de una fortaleza, lo cual se vislumbra en sus enormes paredes de piedras, de ahí su semejanza con los castillos medievales. La Lonja está conformada por la Torre, la habitación del «Consulador del Mar», el Patio de los Naranjos y la habitación de la Columna.
Al norte de la ciudad se hallan las Torres de Serranos, que representan la antigua puerta del pueblo, construida en 1398 sobre cimientos romanos y que fue utilizada como defensa de la ciudad en las guerras históricas. Desde aquí se obtienen fantásticas panorámicas de toda la urbe. Asimismo, en este lugar funciona el Museo Marítimo, que exhibe todas las antigüedades recuperadas del mar.
Mención especial merecen las playas de Valencia, consideradas sitios turísticos privilegiados. En toda la zona de la costa, bañada por el Mar Mediterráneo, se encuentran magníficos arenales de gran infraestructura y con todos los servicios. Las playas más urbanas y concurridas, como Malvarrosa, Cabañal y Las Arenas, se ubican al norte de la ciudad, todas ellas resultan ideales para despuntar el ocio. En dirección al sur, hallamos las playas de Pinedo, El Saler y la Devesa, de arena fina y con una destacada presencia de dunas y pinares que la cobijan de los vientos que provienen de la ciudad.
Por su parte, el Jardín de Turia, de una extensión de 10 km, circunda el casco histórico de la ciudad. Dispone de buenas instalaciones deportivas y recreativas, tanto para adultos, jóvenes como niños, con pistas de Atletismo y el «Gulliver»; parque temático en torno al héroe de Swift.