Turre es un municipio andaluz cuyos orígenes se remontan al siglo XVI, época en que Felipe II ordenó un plan de repoblación luego de la expulsión de los moriscos de estas tierras.
Uno de los principales monumentos de esta localidad de Almería es la iglesia parroquial de la Purísima, templo de estilo mudéjar que fue construido en el siglo XVI y remodelado dos siglos después. Otro edificio religioso de especial interés es la ermita de San Francisco de Asís, levantada en el siglo XVII.
Al visitar Turre, no hay plan mejor que hacer un recorrido por sus diversos yacimientos, como por ejemplo el de Cerro de Castellón, que contiene vestigios del poblado argárico de Gata; el de Los Gallardos, de carácter ibérico y romano; el del Poblado de Teresa, que conserva restos de los periodos Paleolítico Superior y Neolítico; y el de Poblados de Cabrera, de origen hispano-musulmán.
Otros de los tesoros que componen el patrimonio cultural de Turre son la fuente morisca, la Cueva de Los Murciélagos, un aljibe, la Cueva de la Palmera y los restos de una antigua mezquita.
En relación a la artesanía de este pueblo, se destacan los trabajos realizados con esparto y latón, además de toda clase de elementos decorativos confeccionados con encaje de bolillos.
La gastronomía típica de esta localidad de la comarca del levante almeriense sorprende al visitante con exquisitos platos, como las pelotas, la olla de trigo, la fritaílla, las migas con tropezones y los gurullos a base de conejo y perdiz.
Las principales festividades de Turre son las que se celebran en honor a San Francisco de Asís, las cuales tienen lugar entre el 3 y 6 de octubre. Durante las mismas, se realiza la tradicional corrida de cintas a caballos, que atrae a gente de toda la comarca.
Imagen: