Pasaia o, lo que es lo mismo, Pasajes, es una ciudad situada al noreste de la provincia de Guipúzcoa. Se alza en la desembocadura del río Oiartzun, el cual forma una gran ría en la que se erigen los dos núcleos de población, Pasai Donibane y Pasai San Pedro.
El clima de la región es oceánico, por lo cual el tiempo es muy húmedo durante todo el año, con temperaturas templadas tanto en invierno como en verano.
Esta localidad, que se abre entre el monte Ulía y Jaizkibel, posee un terreno accidentado y montañoso, aunque no presenta grandes relieves. La subida al Monte Jaizkibel supone un sinuoso trazado, y desde la cumbre se puede ver una impactante vista de la costa, la bahía de Txingudi y el estuario del río Bidasoa. En la cima se conservan los restos del antiguo fuerte de San Enrique. En las estribaciones del Jaizkibel tiene lugar una de las pruebas puntuables del campeonato automovilístico español.
En tanto que el monte Ulía y sus acantilados disponen de extraordinarias vistas sobre la costa próxima a San Sebastián. El paisaje se halla deforestado en algunas zonas; debido a lo cual sólo algunos bosquetes de pinos marítimos pueblan los acantilados.
Pasaia es un puerto pesquero, en cuyo casco urbano se pueden contemplar las estatuas erigidas en homenaje a sus marineros y grandes conjuntos de casas.
Cuenta con bellas construcciones como la Iglesia de San Juan Bautista, de fachada neoclásica, la Basílica del Santo Cristo de la Bonanza, la Ermita de Santa Elena y el Castillo de Santa Isabel, que fue construido en el siglo XVII con fines defensivos.
Además, resultan de interés las casas palaciegas, como la de Arizabalo, Villaviciosa, o la de los Platain.
La Casa de Miranda, de portada renacentista, data del siglo XVI. En dicha vivienda, el visitante puede apreciar los dos escudos de armas del piso bajo. En la actualidad, es el Hogar del Jubilado de la población.
Párrafo aparte merece la Casa de Víctor Hugo, lugar donde el escritor francés pasó su exilio y que hoy funciona como un museo dedicado a la Etnografía. Aquí se exhiben muebles, pinturas y cerámicas de Pasaia del siglo XIX.
Esto es solo un pantallazo de lo que puede encontrar durante su paso por Pasaia, una ciudad fresca y pura como pocas, con numerosos lugares que revisten de interés.
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