Tafalla, al norte de la península Ibérica, es una localidad muy atractiva que se halla cerca de la frontera con Francia.
En esta población se encuentra en el somontano de Tafalla-Olite, la zona donde se originan las sierras exteriores del Pirineo y de empalme con las llanuras de la depresión del Ebro.
La villa cuenta con sitios excepcionales para visitar como las ruinas del Palacio-castillo, el cual fue construido en el siglo XV a pedido de Carlos III El Noble y demolido luego por instrucciones del Cardenal Cisneros.
De los templos religiosos, se destaca el Convento de la Purísima Concepción, una iglesia de estilo barroco que posee bóvedas de cañón y una monumental portada. También, vale la pena apreciar la Iglesia de San Pedro, una edificación del siglo XII que presenta diversos elementos medievales, y que sobresale por su portada y su torre.
Al mismo tiempo, en Tafalla se encuentra la Laguna del Juncal, un espejo de agua de origen endorreico que se sitúa en la zona media de Navarra y constituye la más septentrional de la Península Ibérica. Recibe aportes de de las escorrentías de los montes cercanos y de un manantial cercano. La vegetación del lugar se compone, en su mayoría, por carrizos y juncos; además de extensos matorrales. Asimismo, este paraje sirve de hábitat para múltiples especies, como el zampullin chico, anade real, polla de agua, focha y rascon, entre otros.