San Cristóbal de La Laguna, que alguna vez supo ser la capital de Tenerife, es una histórica ciudad perteneciente a las Islas Canarias. Su trazado colonial, le confirió el honor de haber sido declarado Patrimonio de la Humanidad. Cobija cuantiosos monumentos religiosos de enorme importancia, como la Catedral, además de diversas casas señoriales construidas durante los siglos XVII y XVIII.
Gracias a su excelente ubicación, y por su cercanía a la costa, se puede acceder a hermosas y extensas playas situadas en otros sitios atractivos, como Santa Cruz de Tenerife, Puerto de la Cruz o La Orotava.
La Iglesia de La Concepción, declarada Monumento Histórico Artístico, forma parte de la época fundacional de la ciudad. El templo fue edificado en el siglo XVI, aunque debido a las constantes remodelaciones presenta una combinación de estilos gótico, plateresco y mudéjar.
La Laguna fue es sus orígenes un destacado centro eclesiástico, lo cual explica la existencia de las distintas construcciones religiosas, consideradas las más importantes de las Islas Canarias. Sobresale del conjunto, la Catedral, construida sobre lo que fue la antigua iglesia parroquial de Los Remedios, del XVI. Dispone de una fachada neoclásica y en su interior se halla una nave central, así como varias capillas.
El Convento de Santa Catalina, cuyos orígenes datan del año 1611, es uno de los edificios más sobresalientes de la época. Su fachada austera contrasta marcadamente con la elegante decoración de sus interiores. Otros templos dignos de visitar son la Iglesia del Cristo de La Laguna y la Ermita de San Miguel, esta última funciona en la actualidad como un centro cultural.
Los palacios y casas señoriales son realmente sorprendentes. Uno de los más llamativos es el Palacio de Salazar, sede del Obispado tinerfeño, el cual cuenta con un suntuoso portal de estilo barroco que incluye ciertos detalles neoclásicos y manieristas. Otros sitios que valen la pena visitar son la Casa de Lercaro, en donde hoy funciona el Museo de Historia, la Casa del Corregidor, sede del Ayuntamiento, y el Palacio de la Nava.
Desde aquí, puede partir luego hacia Santa Cruz de Tenerife, Puerto de la Cruz y La Orotava, todos ellos poblados excepcionales que tienen muchos encantos para descubrir.
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