Setenil de las Bodegas

Al recorrer la geografía andaluza, merece que nos detengamos por un instante en Setenil de las Bodegas, un pueblo realmente asombroso aunque desconocido para la mayoría de los viajeros. Está incluido en la Ruta de los Pueblos Blancos de la Sierra de Cádiz, y llama poderosamente la atención por sus rincones y paisajes que sirven de deleite hasta a los más exigentes.
El municipio es en su totalidad muy interesante por su bello y singular entramado urbano, que desciende desde el castillo siguiendo el curso del río Guadalporcún, lo cual explica los distintos niveles de altura del terreno.
Las casas se encuentran construidas en la parte baja, justo en el tajo producido en la roca por el río, de ahí que se las denomina “abrigo bajo rocas”.
Por su parte, en la parte más elevada se alzan los edificios más antiguos, como la Iglesia Mayor, los vestigios de la Fortaleza árabe y la Antigua Casa Consistorial. Esta última, cuenta con un atractivo artesonado de tracería mudéjar. Mientras que a sólo 5 Km de Setenil, se encuentran los restos romanos de Acinipo, conocido por su teatro y las vistas maravillosas que desde allí se cotemplan.
Muchas son las actividades que puede hacer el visitante en su paso por Setenil de las Bodegas, entre las que se incluyen disfrutar de la naturaleza, descansar o realizar ejercicio.  En tal sentido, la localidad posee numerosos espacios naturales, así como cañones fluviales y grandes extensiones de monte, todos ellos de gran riqueza ecológica y que resultan perfectos para realizar deportes de aventura.
Pero más allá de perderse por sus rincones, nadie puede pasar por estas tierras sin tapear. En efecto, no hay nada mejor que recorrer sus bares.
Aquellos que deseen llevarse algo de recuerdo de este hermoso lugar, entonces porqué no optar por un poco de aceite de oliva virgen extra, cuyas excepcionales características y gran sabor le han valido el premio Olivo de Plata.
Deja sorprenderte por Setenil de las Bodegas y sumérgete en la belleza de su entorno.

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