Los amantes del sabor fresco y burbujeante del cava pueden hacer una ruta por las diversas bodegas de Cataluña, donde podrán darle rienda a los sentidos.
En efecto, las comarcas de la Conca de Barberà y Terra Alta albergan bodegas, consideradas verdaderas joyas arquitectónicas, que gracias al cooperativismo agrario fueron construidas a comienzos del siglo pasado, por lo que son un claro ejemplo de la Cataluña rural.
Con el surgimiento del movimiento cooperativo agrario, se construyeron numerosas bodegas en distintas comarcas catalanas, que actualmente son consideradas verdaderas catedrales del vino.
Alt Camp y la Conca de Barbera concentran múltiples bodegas modernistas, cuyos edificios exhiben las influencias artísticas de la época, dando lugar a una belleza arquitectónica que forma parte del patrimonio monumental de ambas comarcas.
En el municipio de Rocafort de Queralt se encuentra “Les Tres Naus”, una espectacular construcción agraria realizada por Cesar Martinell i Brunet. Su estructura fue completada en tres etapas, finalizándose en 1948. Esta bodega fue levantada teniendo en cuenta las características inherentes a la comarca y las demandas de los viticultores para tratar de ajustarse a las necesidades.
Por su parte, Barberà de la Conca cuenta con el privilegio de haber tenido la primera bodega cooperativa de Cataluna, la cual fue levantada en 1894 bajo el nombre Cooperativa Agrícola de Barberà de la Conca. La torre del depósito de agua , la disposición de las ventanas, las bóvedas tabicadas y los arcos parabólicos de ladrillo colocados en su interior, es lo que más llama la atención de su estructura.
Por su parte, el L‘Espluga de Francolí, situado en Tarragona, posee su bodega denominada Cooperativa Agrícola de L’Espluga de Francolí, aunque es más conocida como “la Catedral del Vino”, que fue erigida en 1913 por obra de Pere Domènech i Roure. Además, esta bodega alberga al Museo del Vino, en donde es posible conocer todo acerca de la historia y las técnicas de elaboración de esta estupenda bebida.
La bodega Codorníu, situada en el municipio que lleva el mismo nombre, fue diseñada por Josep Puig i Cadafalch y terminó de construirse en el año 1915. La magnificencia de su estructura ha hecho que sea declarada Monumento Histórico Artístico Nacional. Está dividida en cinco pisos bajo el nivel del suelo y posee 26 kilómetros de bodegas subterráneas. Cada 12 de octubre, luego de la vendimia, se festeja “La semana del Cava”, durante la cual los visitantes pueden disfrutar de conciertos y participar de catas, entre muchas otras actividades.
También, merece la pena visitar las Cavas Freixenet en cuyo interior acoge una importante colección privada de unas 1600 copas provenientes de todas partes del mundo que pertenecieron a Doña Gloria Noguer de Ferrer, quien fuera esposa del presidente de la bodega.
No podemos dejar de mencionar a Heredad Segura Viudas, cava que se asienta en una antigua torre de vigilancia del siglo XIII convertida luego en masía. El edificio, que reúne distintos estilos arquitectónicos producto de las ampliaciones que fueron realizadas, está construido en piedra y se halla rodeado de viñedos. Además de sus galerías subterráneas, puede visitarse su “cementerio de vinos”, donde son conservadas las reservas más antiguas.
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