Lastres, un pequeño pueblo pesquero del norte de España, encarna la belleza de la costa asturiana, colorida y acogedora como pocas.
Si se encamina hacia la zona del puerto, podrá admirar la vista maravillosa que le ofrecen las casitas blancas del litoral, las cuales se disponen de manera escalonada. Luego, puede emprender una caminata por las estrechas callejas ascendentes, recorriendo las construcciones religiosas que se erigen en el centro histórico del poblado. Así, recorrerá la capilla del Buen Suceso y la Torre del Reloj.
Párrafo aparte merecen la tradicional Iglesia Santa María de Sádaba, construida a mediados del siglo XVIII, y la Ermita de San Roque, junto a los acantilados que culminan en el Cantábrico. Todo este cúmulo de lugares, dada a su gran impronta, le han valido a esta localidad asturiana ser nombrada Conjunto Histórico Artístico.
La playa de La Isla, es uno de los sitios más codiciados por quienes se hallan de visita en el municipio. Sus arenas gruesas y doradas, que se extienden a lo largo de 350 metros, así como su suave oleaje, configuran la cita ideal para sus vacaciones. Si de placer se trata, la playa La Griega, con un espacio natural sorprendente, completa la oferta de arenales.
Durante la travesía, es aconsejable trasladarse hasta el Faro de Cabo de Lastres, una moderna torre que se destaca por su sistema de iluminación, desde donde es posible divisar toda la costa de la playa de Rodiles, en la localidad cercana de Luces.
No resulta difícil afirmar que Lastres es una colorida joya de la costa asturiana. Tras su paso por estas tierras, sin importar si su visita se extienda por un fin de semana o varios días, quedará sensiblemente maravillado con los increíbles ambientes de la zona norte de la península ibérica. Sus callejuelas angostas, su puerto pesquero y las vistas de ensueño que observará desde lo alto de sus acantilados serán, sin dudas, un recuerdo entrañable de este lugar lleno de regocijo, naturaleza y sosiego.
