Cuando toca escoger un buen destino de vacaciones son muchos los factores que tenemos en cuenta. Por un lado pensamos en playas idílicas, tranquilas y relajantes donde tomar el sol y disfrutar del murmullo del mar sin ruido ni ajetreos. Pero por otro también queremos disfrutar de la vida social, de los buenos restaurantes y de un poco de ocio nocturno.
Menorca conjuga todas estas cosas y las completa con una atractiva oferta cultural. Parece mentira que una pequeña isla pueda ofrecer un repertorio tan variado de paisajes y situaciones que enamora a todos los que se acercan a visitarla.
Preciosas calas escondidas
El perímetro de Menorca está salpicado de pequeñas calas. Algunas de ellas son conocidas y bastante visitadas, pero a otras solo se puede acceder en barco y son perfectas para perderse durante varias horas y disfrutar de un paraíso natural al que pocas personas tienen acceso hoy en día.
Cala Turqueta, en el sur de la isla es un ejemplo de playa que recuerda a las del Caribe por sus aguas turquesa y su arena blanca. A pesar de ser conocida y bastante visitada es tranquila debido a que desde el aparcamiento se debe de caminar casi un cuarto de hora para llegar a la arena, cosa que desanima a aquellos que gustan de llevarse la casa a cuestas cuándo van a la playa.
En el norte de Menorca tenemos Cala Morell, un lugar muy diferente a Turqueta. Aquí no existe un arenal y para tomar el sol o disfrutar del agua debemos de usar las rocas o unas plataformas de cemento construidas para facilitar el baño por lo que no es nada apetecible para este plan. Pero a cambio podremos disfrutar de un paisaje rocoso completamente diferente al de otras playas.
Precisamente en estas piedras se encuentra excavada una necrópolis talayótica y que data del siglo II d.C. y que es la verdadera razón por la que no debemos de dejar de visitar Cala Morell. Las catorce cuevas que forman este tesoro arqueológico se pueden visitar de forma gratuita.
Principales núcleos urbanos
Si hablamos de ambiente urbano la capital de Menorca, Mahón, destaca por ser la principal ciudad de la isla. Tiene un gran ambiente nocturno con lo que es una base de operaciones ideal para aquellos que quieran realizar algunas excursiones durante el día pero disfrutar a tope la noche.
La fortaleza de la Mola es uno de los lugares más visitados por los turistas en Mahón. Es una construcción defensiva del siglo XIX construida para defenderse de los ingleses. Nunca fue atacada y gracias a eso está en un excelente estado de conservación. Todos los días se realizan visitas guiadas muy recomendables si se desea conocer a fondo el lugar.
Si te gusta la prehistoria en el Museo de Menorca podrás ver una gran selección de objetos de ese periodo. Ya solo el edificio, un antiguo convento rehabilitado, merece una visita.
Ciudadela, con 27.000 habitantes, es el segundo núcleo urbano en importancia en la isla. Tiene muchos edificios de gran valor arquitectónico e impactante belleza. La Catedral de Menorca, del siglo XIII o el Castillo de San Nicolás del XVIII son solo dos ejemplos de los numerosos lugares dignos de ver.
El puerto de Ciudadela tiene un encanto especial y en el es posible encontrar multitud de restaurantes. Aunque algunos son bastante caros hay que pensar que estamos de vacaciones y que es la mejor excusa para consentirse un pequeño capricho y disfrutar de alguno de los platos típicos a base de pescado fresco o mariscos.
También es recomendable realizar alguna visita a los pequeños pueblos de pescadores que abundan en Menorca. Binibeca y Fornells son dos de los más típicos y conocidos.
Organiza tus vacaciones
Para visitar Menorca lo recomendable es poder estar como mínimo una semana. Si se viaja fuera de temporada alta se pueden encontrar viajes baratos a la isla de Menorca con mayor facilidad, pero durante todo el año hay tentadoras ofertas para conocer la isla.
Además de visitar playas, museos y lugares históricos podrás realizar compras típicas para ti o para regalar a aquellos que no han tenido la suerte de acompañarte en tu viaje. Las avarcas son las sandalias típicas de la isla. Son muy cómodas por lo que resultan útiles para utilizarlas en las excursiones que se realicen durante la estancia. Si te gustan los mercadillos con bisutería artesanal seguro que se celebra alguno muy cerca de dónde quiera que te alojes. Infórmate sobre su situación y horarios. Los productos fabricados en piel son también muy abundantes y tiene mucha calidad, aunque son bastante caros.
La imagen típica de los turistas que vuelven a la península en avión es la de verlos subir con las ensaimadas. Pero lo cierto es que ahora es fácil comprarlas en cualquier lugar sin tener que cargar con la incómoda caja. Si queremos un recuerdo gastronómico tenemos alternativas más cómodas, como la de comprar una botellita de Gin Xoriguer o de licor de Biniarbolla.