Han comenzado las tradicionales fiestas de San Fermín, que incluyen ocho encierros y un gran número de actos, por lo que durante nueve días las calles de Pamplona desbordarán de júbilo.
Pero además de participar de los festejos, este es un buen momento para visitar Pamplona y recorrer cada uno de sus rincones.
El monumento más emblemático de la ciudad es, sin dudas, la Catedral de Santa María, pues conserva numerosos tesoros histórico-artísticos, siendo uno de los principales el claustro. De fachada neoclásica, su construcción fue realizada sobre un antiguo templo romano durante los siglos XIV y XV. Otras de sus atracciones son el Sepulcro de Carlos III, catalogado como uno de los conjuntos escultóricos más sobresalientes de Navarra; y la Capilla Barbazana, muy elegida por los pamploneses para celebrar bodas.
La Casa Consistorial, ubicada en el centro del Casco Viejo, posee un rol destacado en cada comienzo de las fiestas de San Fermín.
Junto a la Plaza del Castillo se alza el Castillo de Navarra, una construcción que data de mediados del siglo XIX, de gran valor histórico, que es la actual sede de la Presidencia del Gobierno. En su interior sobresalen la capilla, levantada en el año 1935, el Salón de Sesiones, donde se congrega el pleno del Gobierno, y el Despacho del Presidente.
El principal pulmón de la ciudad, con 280 mil metros cuadrados de praderas y arbolado, es la Ciudadela y la Vuelta del Castillo. En dicho terreno, se halla una antigua construcción, cuyos pabellones, baluartes y fotos se han convertido en lugares públicos, ideales para disfrutar del deporte, ocio y la cultura de la región.
Otro espacio para realizar actividades al aire libre es el de los Jardines de la Taconera, el parque más antiguo de la ciudad, que posee un pequeño recinto zoológico y un mirador, entre otros atractivos.
¡Participa de los festejos de San Fermín y aprovecha para conocer Pamplona!
Imagen: