Las Palmas de Gran Canaria es una ciudad llena de encanto situada en la isla de Gran Canaria. Posee numerosos atractivos turísticos, los cuales afloran en este hermoso lugar en el que converge un crisol de culturas.
Una de las joyas de la metrópoli es el Castillo de la Luz, que ha sido declarado monumento histórico y que configura una imponente fortaleza militar. Fue construido en el siglo XV con el afán de ser utilizado para la defensa ante el ataque inminente de piratas. En los alrededores, se alza la parroquia de igual nombre, una verdadera reliquia que vale la pena visitar.
La Catedral de Santa Ana, cuyos orígenes datan del siglo XVI, es una estupenda construcción de estilo gótico. Está dividida en tres naves, sobresaliendo las columnas que poseen forma de palmera. Asimismo, cobija un gran número de obras de arte y un Museo Diocesano, que expone objetos de gran valor histórico.
Para pasar una jornada tranquila, puede dirigirse al Parque Santa Catalina en donde disfrutará de una panorámica increíble desde sus terrazas. Luego, aproveche para ir de compras a la zona comercial, allí encontrará los mejores recuerdos del lugar.
En el Pueblo canario se deslumbrará con la arquitectura tradicional de la zona, presente tanto en los edificios como en bellas construcciones. En las adyacencias, se recomienda visitar el museo de Néstor de la Torre, la Ermita de Santa Catalina, el Centro de Iniciativas Turísticas y el Bodegón Canario.
En la zona sur, se topará con la Casa Museo de Benito Pérez Galdós y el Gabinete Literario, declarado Monumento Histórico Artístico.
No podemos retirarnos de Las Palmas de Gran Canaria sin antes allegarnos a sus arenales. La Playa de las Canteras y la de las Alcaravaneras, son perfectas para gozar de los placeres que le brinda el sol, la brisa y el paisaje marino.
De esta manera, si lo que desea es pasar unas vacaciones por demás serenas, Las Palmas de Gran Canaria es el destino adecuado, ya que posee acogedores rincones que merecen ser conocidos. Se la recomendamos.