Escúzar es un típico pueblo andaluz, que bien puede ser elegido como destino turístico por aquellos que busquen disfrutar del auténtico encanto de la vida rural. Ubicado entre la Sierra de Tejada y la Sierra de la Pera, en la llanura de El Temple, esta acogedora villa granadina cuenta con un encantador entorno natural, sumado a un casco urbano que alberga un patrimonio histórico y artístico de gran interés.
En estas tierras, que fueron habitadas por romanos y árabes, predominan los sembradíos de cereales y olivos que, junto con el bosque mediterráneo de la Sierra de la Pera, conforman un patrimonio natural que invita al descanso. Para apreciar la belleza de su entorno, basta con ascender al Cruz de Mocha, el enclave situado en el punto más alto de Escúzar.
Para contemplar de cerca su patrimonio histórico, el visitante puede comenzar por conocer la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Rosario, templo del siglo XVI que está ubicado en la plaza central del pueblo. Como es común en las construcciones religiosas de esa época, la iglesia dispone de elementos de distintos estilos arquitectónicos, que correspondes a los diferentes periodos en los que ha sido edificada. Junto a ella, se encuentra otro de los edificios más representativos de la villa, la Casa de los Fonesca, popularmente conocida también como Casa Grande, que fue edificada en el mismo siglo. Asimismo, contigua al muro sur del templo se alza la Torre de Escúzar.
Al norte de la población, más precisamente en la Plaza de la Ermita, se encuentra la Ermita del Cristo del Rescate, construcción que data del siglo XIX. Otro de los sitios de interés es el Castillejo de Agrón, distante a sólo un kilómetro y medio de la Alquería de la Pera.
Para degustar los manjares típicos de la gastronomía local, el viajero no debe dejar pasar la oportunidad de probar la sopa de maimones y panecillos, el gazpacho con pan tostado y las migas.
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