Hermisende, en Zamora, es un típico pueblo de montaña poseedor de gran encanto, gracias a la estampa de su paisaje.
De paseo por sus calles inclinadas, es posible conocer de cerca su cultura castreña. Su arquitectura popular está representada por casas de piedra con tejados de pizarra y balcones de madera. A pesar de que aún se conservan numerosas construcciones de este estilo, el paso del tiempo ha hecho que se reemplazaran sus materiales por ladrillo o aluminio.
Uno de los sitios de especial interés es la antigua casa rectoral, en cuyo balcón se pueden apreciar bellas figuras labradas. Luego de ser restaurada, comenzó a utilizarse para la realización de exposiciones y talleres artesanales.
Otro de sus monumentos más importantes es la iglesia de Hermisende, de gran valor arquitectónico, cuya construcción data del siglo XVIII. Se trata de un templo de estilo barroco gallego, con una estructura que es reconocida por su belleza. En su interior se puede apreciar su maravilloso retablo.
El puente que se alza sobre el río Tuela es un verdadero símbolo de este pueblo. Se trata de una construcción civil de estilo romano, que ha sido erigido en el siglo XVIII.
Por su lado, el valle de Hermisende sobresale por su relevancia ecológica y biológica, con una vegetación típica de la alta Sanabria. En los márgenes del río Tuela, además de humedales y prados, pueden ser apreciados las grandes extensiones de bosques de castaños y robles.
Al mismo tiempo, el río Tuela ofrece espacio para el descanso y esparcimiento, puesto que dispone de una zona de baño. También, es muy frecuentado por los aficionados a la pesca. Para acceder hasta allí, es necesario bajar 1 km por la carretera.
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