Tomando como punto de partida a la ciudad de Salamanca, en Castilla y León, es posible descubrir una gran variedad de excursiones en los alrededores de la misma, en lugares de gran historia y con paisajes realmente inolvidables.
Una de las opciones es ascender a la Peña de Francia (1.723 m.), la cual posee un mirador desde donde es posible contemplar una panorámica sin igual del lugar. En la cima se halla el santuario mariano, considerado como el más alto de todo el mundo. El descenso puede efectuarse por un valle, que nos llevará a encantadores pueblos que aún conservan su fisonomía antigua. Entre ellos destacan:
Así, por ejemplo, conoceremos Las Batuecas, un espacio natural que integra la Reserva Nacional de Caza, en donde además de apreciar sus pinturas rupestres se puede acceder a diversas ermitas, que pasan casi inadvertidas por lo frondoso de la vegetación típica del lugar. De todos modos, el Monasterio de San José del Monte, de los carmelitas descalzos, será posiblemente el que se gane toda nuestra admiración, siendo que los viajeros siempre son bien recibidos pasar unos días aquí, en la paz más absoluta.
Continuando con el periplo, llegamos al pueblo de la Alberca, que está ubicado en un monte sagrado, dueño de una belle leyenda. Sus antiguas tradiciones, así como sus paisajes y su arquitectónica singular, hacen de este pueblo un lugar maravilloso para visitar.
Al sur de Salamanca, se dispone sobre una vega la popular villa de Alba de Tormes, transformada en lugar de peregrinación debido a que en el Convento de las Carmelitas, considerado uno de sus principales monumentos, descansan los restos de Santa Teresa.
Lugo partimos rumbo a Béjar, localidad famosa por su Plaza de toros y demás monumentos, como el Palacio Ducal y los vestigios de las murallas árabes.
De excursión por el Campo Charro, visitamos Ciudad Rodrigo, una ciudad amurallada de origen medieval, entre cuyos monumentos se destacan la Catedral, el Ayuntamiento, el Castillo de Enrique II y el Palacio de Moctezuma, entre tantos otros.
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