Candelario, conocida como la villa de las fuentes, es una de las localidades más atractivas que posee una cuidada arquitectura popular.
El empedrado de sus calles reproduce el rumor del agua que se desliza junto a las puertas de las casas. Se trata de una compleja red de canales de agua cristalina que recorre las calles de la localidad reconduciendo, a lo largo de todo el año, el deshielo que proviene de los neveros de la sierra.
Candelario, ubicada a escasos kilómetros de Salamanca y Béjar, consiste en un pueblo típico de montaña con un bello paisaje interior.
Su arquitectónica sorprende, sobre todo, por el estilo de construcción de las viviendas, que constan de anchos muros de piedra, típicos de lugares montañosos, amplias galerías con balconadas de madera y las batipuertas de entrada a las viviendas que protegen de los fríos del invierno y las densas nevadas.
Además, dispone de fuentes al doblar cada una de las esquinas y calles intrincadas por donde resulta difícil transitar.
Por otra parte, la ciudad cuenta también con la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, el Santísimo Cristo del Refugio y el edificio del Ayuntamiento, excelentes ejemplos de arquitectura religiosa.
Para los amantes de la nieve nada mejor que subir a la sierra, donde es posible practicar deportes blancos durante el invierno. Para no perdérselo.
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