El majestuoso verde de Caldera de Taburiente

El Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, en La Palma, fue declarado en 2002 Reserva de la Biosfera. Representa un imponente conjunto basáltico, cuya forma se asemeja a una herradura, que fue originado por la erupción volcánica, la cual dio lugar a un maravilloso circo de paredes verticales en las que abunda el pino canario.

Para acceder en coche, es necesario hacerlo a través de la barrera de la zona de los Brecitos, que conduce a la Cumbrecita (1287 m). Tras pasar el centro de visitantes, debe ascenderse durante unos 6 o 7 kilómetros por una angosta carretera llena de curvas y rodeada de pinos.

El ingreso por la barrera debe realizarse en ciertos horarios, los cuales varían de acuerdo a la época del año en que realicemos la visita. Es conveniente reservar con antelación, dado que los pequeños parkings situados en la Cumbrecita generalmente se encuentran colapsados. Una vez que se consigue aparcar, vale la pena apreciar el interior de esta caldera volcánica.

Tomando como punto de partida a la Cumbrecita, es posible emprender una ruta de aproximadamente 3 kilómetros que discurre por un camino de tierra, mediante la cual pueden recorrerse diversos miradores que permiten contemplar en detalle la belleza de estos paisajes. El primer mirador con el que nos topamos es el del Lomo de las Chozas, cuyo precipicio no es apto para quienes sufren de vértigo.

Un dato interesante es que las paredes alcanzan los 1500 metros de altura, mientras que el diámetro de la Caldera es de aproximadamente 10 km.

Si se pretende vislumbrar una mejor panorámica de la Caldera de Taburiente, entonces es necesario subir hasta el mirador de los Picos; una suerte de balcón al vacío desde donde es posible obtener las mejores fotos.

Imagen:

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