Puertomingalvo, balcón del Maestrazgo al Mediterráneo, es una pequeña ciudad amurallada, situada en los confines de Aragón.
El carácter rural de la villa queda de manifiesto en sus edificaciones de mampostería y sillería, arcos y portales, así como en los detalles ornamentales que se propagan por todo el casco histórico, el cual ha sido declarado Bien de Interés Cultural.
Puertomingalvo, que supo ser un importante enclave militar durante la época musulmana, posee diversos atractivos. Tal es el caso del Ayuntamiento, una construcción gótica del siglo XIV, que constituye una de las joyas del municipio ya que aún conserva íntegra su estructura de concejo medieval con las mazmorras, salas y el resto de las dependencias.
Por su parte, el Castillo, que se levanta en la parte alta del espolón de roca calcárea en el que se asienta la villa, es un claro ejemplo de la arquitectura militar, que en el pasado cumplió con una misión estratégica y defensiva.
Otro de los encantos del lugar son los abruptos barrancos, así como las simas y cuevas, las imponentes paredes de piedra, las nevadas invernales y el entramado de caminos y sendas que permiten la práctica de deportes y actividades en naturaleza como por ejemplo: descenso de barrancos, escalada, espeleología, senderismo y equitación.
No puedes retirarte del municipio sin antes conocer sus dos ermitas: la Ermita de San Bernabé, que se localiza en un enclave de verdes prados; y la de Santa Bárbara, ubicada en las afueras Puertomingalvo. Desde ésta última, se puede divisar una sensacional vista del mar Mediterráneo.
Imagen:
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