El Camino de la Costa que se extiende desde Irún, en el límite con Francia, hasta Pobeña, en el acceso a Cantabria, nos ofrece una perspectiva distinta de Euskadi. EL trayecto es una forma de recuperar las antiguas costumbres de los reyes de Europa en su peregrinación a Santiago de Compostela.
El Camino de la Costa data de la misma época que el Camino Francés, el más transitado por los peregrinos que van hasta Santiago. En el pasado, era utilizado principalmente por los miembros de la corona y nobleza europea que deseaban evitar transitar por los territorios en los que se libraba la Reconquista.
La ruta tiene su punto de inicio en Irún, en el Puente Internacional de Santiago, sobre las aguas del río Bidasoa. Desde aquí, tras hacer un recorrido por su casco histórico, vale la pena dirigirse hacia Hondarribia, una ciudad amurallada monumental que concentra una variada oferta turística.
Luego pasar por Pasajes de San Juan y Pasajes de San Pedro, dos atractivos pueblos pesqueros, arribamos a la capital guipuzcoana, San Sebastián. Allí, se puede dar un paseo por el casco viejo, visitar el Kursaal, recorrer el Paseo de la Concha, subir hasta el mirador del monte Igueldo o divertirse a pleno en su parque de atracciones.
Al abandonar San Sebastián, la ruta conduce hasta Zarautz, una villa marinera a la que suelen concurrir los aficionados al surf.
A mitad de camino, rumbo al interior, se localiza Gernika, una ciudad de gran atractivo que ha sido inmortalizada en una de las obras más famosas de Picasso. La Casa de Juntas y el Árbol de Gernika, no pueden faltar en el itinerario.
Tras dejar Gernika y pasar por Lezama y Zamudio, se llega a Bilbao, ciudad que dispone de una interesante oferta de ocio y cultura, que incluye como sus principales tesoros a la basílica de Begoña, el Museo Guggenheim y el Teatro Arriaga.
Saliendo de Bilbao, el periplo prosigue por las ciudades Barakaldo, Sestao y Portugalete, que se alzan sobre la margen izquierda de la ría del Nervión. En Portugalete está el Puente Colgante, también conocido como Puente de Vizcaya, una estructura de hierro, construida en 1893, que comunica Portugalete con Getxo y que ha sido declarado patrimonio de la humanidad.
El punto más occidental de la costa vizcaína es Muskiz, desde donde se puede ascender hasta Pobeña, sitio en el que se encuentra La Arena, la única playa natural de esta zona. Sus acantilados dan cuenta de su proximidad de Cantabria y marcan la finalización del Camino de la Costa vasca.
Imagen: