La localidad vizcaína de Durango está ubicada en pleno centro de la provincia de Bizkaia, en el valle del río Ibaizábal, y se halla circunscripta por zonas montañosas, el macizo de Oiz al norte y los picos de Urkiola, el Atxarte y el Mugarra por el sur.
El patrimonio artístico de Durango está compuesto por edificios muy antiguos. Así, es posible admirar la ermita de San Pedro de Tabira, considerada la iglesia cristiana más añeja de la provincia. Otra iglesia que sobresale es la de Santa María de Uribarri, procedente del siglo XV, con un gran pórtico gótico. Se trata de un templo de grandes dimensiones que dispone de la torre de Arandoño, perteneciente a un antiguo palacio, la cual funciona como campanario. Por su parte, el Ayuntamiento, del siglo XVI, es otro edificio de enorme valor artístico.
En el municipio de Durango se puede disfrutar de los deportes tradicionales vascos, sobre todo durante los días de fiesta donde se realizan exhibiciones de levantamiento de piedra, de corte de troncos, o de arrastre de piedras.
El Museo de Arte e Historia es otro sitio de interés que vale la pena visitar. Aquí, funciona también una biblioteca pública con más de 15000 volúmenes en su haber, entre los que se destacan las obras de Ameztoy, Cárdenas, Ibarrola, Sáez de Tejada, Urcelay y Zumeta, entre otros.
Además, quedará maravillado con la Cruz de Krutziaga, un crucero gótico de finales del siglo XV, que posee 4,30 metros de alto. El fuste de la cruz está dominado por una serpiente con cabeza femenina y se halla coronado por diversas figuras de los apóstoles y símbolos como la luna, el sol, por mencionar algunos.
No puede perderse la oportunidad de contemplar el Portal de Santa Ana, una puerta de estilo barroco de la antigua muralla, que fue reconstruido en 1744.
En cuanto al entorno natural de Durango no podemos dejar de mencionar a Urkiola, un enclave que ocupa los terrenos más altos de la Sierra de Aramontz, en el centro geográfico del País Vasco. Es un sitio de laderas escarpadas y elevadas cumbres que atesoran maravillosos valles. Allí, se alza un Santuario dedicado a San Antonio Abad y San Antonio de Padua, por lo que es un lugar de innumerables peregrinaciones.