Bruselas, una ciudad multicultural

Bruselas, sede de la Unión Europea,  es una ciudad llena de historia que dispone de un alto nivel de vida y que constituye uno de los destinos turísticos más atractivos para los europeos.
Entre los lugares más destacados de la ciudad se halla la Grand Place, una plaza que en el pasado fue un mercado medieval y que en la actualidad se encuentra circunscripta  por las casas de los gremios y edificios de estilo renacentista flamenco. Aquí, se sitúa también el ayuntamiento y, un dato curioso, cada verano de los años pares se ve tapizada con el «Tapis de Fleurs», una alfombra multicolor de begonias de 1.860 metros cuadrados.


La capital de Bélgica sobresale por su patrimonio artístico y cultural. Así, el turista puede visitar el edificio de los Museos Reales de Bellas Artes, donde exponen los mejores tesoros artísticos de todo el país, el Museo de Arte Antiguo, en donde se puede apreciar una vasta colección de pintura de maestros flamencos, y el Museo de Arte Moderno, que exhibe la pintura y escritura de los siglos XIX y XX, con obras de Courbet, Gaughin, Delacroix y Dalí, entre otros.
El símbolo característico de la ciudad es el conocido Manneken Pis, una fuente de bronce que posee la forma de un niño desnudo y que fue realizada en 1619 por el artista Jérome Duquesnoy. En el Museo de Grand Place se conservan los 345 trajes y uniformes con que visten a la figura infantil.
Otro emblema de Bruselas es el Palacio de Justicia, que fue construido entre 1866 y 1883 a pedido del rey Leopoldo II. Este edificio se caracteriza por su cúpula, la cual es más grande que la de San Pedro del Vaticano.
Los jardines son otras de las atracciones del lugar. En la zona norte, más precisamente en el barrio de Laeken, se hallan los jardines botánicos y los invernaderos del Chàteau Royal, en donde abundan las plantas tropicales traídas del Congo. En este lugar es posible contemplar dos edificios de estilo oriental, un Pabellón Chino, que alberga una interesante colección de porcelana, y una Pagoda japonesa, traída de la Exposición Universal de París de 1900.
El Atomium es otro de los monumentos significativos de Bruselas, el cual fue construido en 1958 con motivo de la Exposición Universal que allí se celebró.  Dicho monumento, representa una molécula de hierro aumentada 160.000 millones de veces. Dispone de una estructura de acero y el exterior es de aluminio. Tiene una altura de 110 metros y nueve esferas de gran diámetro.

La Iglesia de Santa Catalina, patrona de los pescadores, es el principal templo de la ciudad. Fue construida en 1854, y en sus alrededores se halla una plaza adoquinada y los muelles que rememoran aquella época en que por la ciudad pasaba el río Senne.

Recuerde que si viaja a Bruselas no puede perderse la oportunidad de acercarse hasta Brujas, la capital del Flandes occidental, ya que representa una de las ciudades medievales mejor conservadas y posee un elevado interés turístico y cultural, ya que alberga sitios sensacionales como la Iglesia de Notre Dame y la plaza del mercado. No hay palabras que definan lo que experimentará durante su viaje. ¿Se lo va a perder?

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