Arte y naturaleza en Gernika

Hacer un viaje a la tierra vasca supone conocer lugares estrechamente ligados al arte, como es el caso del bosque pintado de Agustín Ibarrola, en Oma, o el Parque de los Pueblos de Europa, en Gernika.
Gernika es una localidad histórica del País Vasco en la que se combinan naturaleza y arte. Esta villa fue sacudida por  la Guerra Civil, enfrentamiento que fue inmortalizado por Picasso en una de sus obras. Cerca de esta ciudad, se encuentra Urdaibai, uno de los humedales que mejor se conservan en toda Europa.
Para aprender sobre la historia de la ciudad de Gernika, podemos comenzar por visitar
la Casa de Juntas, una construcción del siglo XIX donde se llevan a cabo diversos actos protocolares del gobierno vasco, y el Árbol de Gernika, bajo el cual acostumbraban reunirse los representantes de las Juntas Generales de Vizcaya. Actualmente, el árbol original, que logró resistir el bombardeo de la ciudad, se encuentra guardado bajo un templete.
Muy cerca de la Casa de Juntas, se localiza el Parque de los Pueblos de Europa, un jardín repleto de árboles que, además de estanques y senderos, alberga esculturas de Eduardo Chillida y Henry Moore, así como el busto del viajero y escritor Alexander von Humboldt. A tan solo unos pasos, está la iglesia de Santa María, templo de estilo gótico en cuyo interior contiene un magnífico órgano Walcker de 1889. Un poco más adelante se sitúa el frontón Jai Alai, obra de Secundino Zuazo a la que concurren asiduamente los aficionados a este deporte.
Por la carretera que comunica Gernika con Arteaga, tomamos el desvío a las Cuevas de Santimamiñe y, tras pasar por el caserío Lezica, arribamos al Bosque de Oma, lugar en que el artista Agustín Ibarrola se dedicó a pintar y esculpir sobre el tronco de los pinos diferentes figuras, dando lugar de ese modo a una maravillosa obra en el bosque.
Si llegamos hasta aquí, seguramente no querremos perdernos la oportunidad de visitar la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, declarada como zona de especial protección para las aves, lo cual hace que sea muy valorada por los ornitólogos. Este reservorio natural abarca unos 200 km² y se extiende por 22 municipios. Pero además de contemplar el paisaje, cabe la la posibilidad de realizar deportes de naturaleza. ¡Toda una tentación para los amantes del turismo activo!

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