Almonacid de Toledo, situado muy cerca de la ciudad de Toledo, es un pequeño y tranquilo pueblo de apenas 800 habitantes. Para llegar a él se puede tomar la Autovía de los Viñedos CM-42 hasta desembocar de frente con su soberbio castillo.
El castillo de Almonacid es el principal monumento de esta localidad. Esta fortaleza de origen árabe, que hoy se encuentra en ruinas, perteneció hasta fines del siglo XVIII al arzobispado de Toledo. Según se cuenta, el castillo fue conquistado por el Cid Campeador durante el reinado de Alfonso VI, tras lo cual pasó a llamarse Almenas del Cid, transformándose con el tiempo en Almonacid y de ahí tomaría su nombre a la población. En este castillo permaneció preso Alfonso Enríquez, quien fuera conde de Gijón y Noreña, debido a sus pretensiones de ocupar el trono de Portugal. Posee muros altos y almenados, que se esconden detrás de una barrera exterior y un camino de ronda. En su interior solamente permanece en pie la torre del homenaje, ubicada en el centro del recinto, a la vez que alberga los restos de un silo, dos aljibes y algunas dependencias.
Aparte del castillo, pueden visitarse la Parroquial de San Antonio Abad, la Ermita de Nuestra Señora de la Oliva y algunas casonas solariegas que se encuentran en el centro de Almonacid.
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