Entre Guadalajara y Madrid se encuentra una de las ciudades con más alma castiza que tenemos en la geografía española: Alcalá de Henares. Un lugar para pasear, para disfrutar de la cultura, de la gastronomía y del arte. Un todo en uno que querrás volver a saborear una segunda y una tercera vez.
Y es que Alcalá de Henares tiene todo lo necesario para que tu visita sea productiva al 100%. Su nombre significa “castillo sobre el río Henares”, y por ello será ese su emblema y la figura que lo representa en su escudo.
Ciudad Patrimonio Mundial
Un gusto y una importancia que trasciende generación tras generación y que grandes instituciones de la cultura han terminado por reconocer. Sin ir más lejos, en 1998, Alcalá de Henares fue nombrada por la UNESCO Ciudad Patrimonio Mundial.
Gracias en parte a su recinto histórico y a su Universidad, símbolo de cultura y de formación a nivel global, con un empuje importante del Cardenal Cisneros, por mandato del cual fue construida en 1499.
Un galardón que de momento se le escapa es el de Capital Europea de la Cultura, al cual se presentó como candidata para el año 2016 y quedó descartada en la eliminatoria nacional. Sin embargo, siempre le quedará el orgullo de haber sido, hasta hace veinte años, sede central del Instituto Cervantes, ahora Colegio del Rey, sede de honor de la asociación de lengua española.
Ciudad del Saber
Una formación de la que hacen gala y que sirve para ilustrar parte de sus eslóganes. Pero en esta ocasión lo que queremos saber es qué no debemos perdernos en esta visita.
Entre los lugares indispensables estaría la Catedral Magistral de los Santos Niños Justo y Pastor, una de las pocas que tiene el título de Magistral, lo que se traduce en que todos canónigos debían ser profesores de la Universidad de Alcalá.
Además, deben pasar a conocer la Casa de Miguel de Cervantes del Siglo XVI, lugar de su nacimiento y típica casa hidalga del Siglo de Oro. Y el Corral de Comedias, uno de los teatros más antiguos de Europa, ya que su construcción se remonta a 1601. Un lugar para el recuerdo ya que en su interior podremos contemplar las transformaciones que ha vivido hasta ahora.
Y para terminar el recorrido, paseen por la Calle Mayor, uno de los principales ejes comerciales de la ciudad y también les recomendamos acudir a la zona de la Plaza de los Santos Niños, donde se encuentra la Puerta de Madrid. Un monumento que aparece en la película de Espartaco de Stanley Kubrick.
