Alba del Campo es un pueblo lleno de encanto que está situado en la provincia de Teruel, en las inmediaciones del río Jiloca.
La villa se alza a los pies de una pronunciada loma, que se halla presidida por un castillo en estado ruinoso, del que sólo se conservan sus muros.
En dirección al sur y el oeste se encuentra la rambla de Las Atalayas, así como los cerros de San Ginés, San Cristóbal y Palomera, las mayores elevaciones de la zona.
Su patrimonio cultural, está compuesto por la Ermita de la Purísima Concepción, una construcción de estilo popular que data del siglo XVIII. Además de la originalidad de su interior, vale la pena apreciar los dos retablos de estilo rococó que posee.
Otras ermitas que pueden visitarse son la Ermita de Santa Bárbara, declarada patrimonio histórico – artístico; la Ermita de la Virgen Mora, situada en la carretera que lleva a Almohaja, y la Ermita de San Cristóbal, ubicada en el cerro del mismo nombre.
Otra de las construcciones religiosas de especial interés es la Iglesia de la Invención de la Santa Cruz, un templo del siglo XVIII y de estilo barroco, cuyo edificio consta de tres naves. También, vale la pena conocer el Campanario de Alba, el cual constituye un vestigio de la antigua iglesia.
Del patrimonio natural de Alba del Campo se destacan la Fuente de la Umbría y su balsa, que están ubicadas en el camino de la ermia de la Virgen de Mora.
Además, pueden hacerse excursiones a El Hoyón, una magnífica depresión que se encuentra en el Alto de la Casilla, próxima a la ermita de los Santos de la Piedra. El acceso a este lugar sólo puede realizarse a pie o en vehículos 4X4.
Por último, resulta interesante hacer una visita al Museo Minero de Escucha, que funciona dentro de una mina. En él, se recrea cómo se trabajaba en la mina, a la vez que puede apreciarse la maquinaria real que era empleada.