Cañete la Real puede ser considerado como el destino ideal para disfrutar de la naturaleza en su más puro estado, combinado con el encanto que transmite su patrimonio histórico y monumental.
La Sierra del Padrastro, de gran valor ecológico, domina su entorno natural. Estña habitado por numerosas especies animales y vegetales, conformando así un escenario estupendo para la práctica de deportes, tales como parapente, espeleología, senderismo, escalada o bicicleta de montaña. Aquellos que practican parapente, seguramente no querrán perderse la oportunidad de saltar junto al cementerio del pueblo. En tanto que quienes prefieren la escalada, la Sierra del Padrastro y “La albacara”, son de cita obligada.
De sus monumentos sobresalen las casas señoriales, propias de los siglos XV y XVIII, la Iglesia Parroquial de San Sebastián, que se caracteriza por su portada barroca, el Convento de San Francisco, edificio levantado en el siglo XVII, el Monasterio del Santísimo Sacramento de las Monjas Carmelitas, datado en el siglo XVIII, las torres defensivas de Ortegícar y Atalayón y los restos del castillo Hins Canit, de origen árabe.
Con respecto a su artesanía, los visitantes suelen preferir comprar los tradicionales azulejos decorados, al igual que productos de repostería hechos por las monjas de clausura.
Para degustar lo mejor de su gastronomía, sólo tenemos que probar la carne guisada con cebolla, la porra, el potaje de tagarninas, el gazpacho tostado y las chacinas.
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