Santoña es una encantadora localidad situada en Cantabria que, además de contar con algunos monumentos interesantes, puede ser tomada como punto de partida para emprender rutas que conducen a atractivos sitios, localizados en zonas aledañas.
El principal monumento es la iglesia de Santa María del Puerto, la cual perteneció en sus orígenes a un monasterio altomedieval y que fue de gran importancia durante siglos.
Si bien permaneció largo tiempo en decadencia, fue en el siglo XIII comenzó a construirse el templo actual. Se trata de un edificio gótico, rematado con sencillas bóvedas de crucería. Lo que más impacta de su exterior son las dos puertas y los ventanales con morfología románica.
Durante la época de los enfrentamientos con franceses fueron construidas diversas fortificaciones, como el Fuerte Imperial, El Mazo, y los fuertes de San Martín y San Carlos.
Para conocer los alrededores de Santoña, existen algunas rutas que conducen a iglesias románicas, como la de Escalante y Bareyo, así como a numerosas torres señoriales bajomedivales.
La iglesia de San Román de Escalante, es un templo románico que pertenece al gobierno autonómico de Cantabria. Su exterior es rústico y sencillo, en tanto que su interior comprende una sola nave y ábside semicircular. La corona de canecillos es su mayor atractivo, aunque también puede apreciarse una cabecera muy decorada y algunas estatuas-columna.
Por su parte, la iglesia parroquial de Santa María de Bareyo, ubicada cerca de la de Escalante, es una construcción de estilo románico, cuya única nave se encuentra unica a la cabecera de ábside semicilíndrico. La pila bautismal románica, apoyada sobre dos leones, es otro de los elementos que no pasan desapercibidos.
También, puede visitarse la Torre de Venero en Castillo, Arnuero, que sobresale por sus almenas, ventanas y la muralla exterior.
Asimismo, en la costa cantábrica se aconseja conocer las Torres de Isla: Cabrahigo, Jado, Torrín y Cueva, todas ellas de estructura similar.
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