La Horra: la villa del buen vino

La Horra es una villa que se localiza sobre una pequeña ladera, en la provincia de Burgos, rodeada por un pinar extenso y frondoso. Es muy popular por sus vinos, cuya denominación de origen es “Ribera del Duero”, y bodegas, dado que buena parte de su territorio está ocupado por las viñas.

La Horra constituye la primera localidad en la cual fue introducida la variedad de Cabernet Sauvignon, uva traída desde Burdeos por el Hermano francés Martín Dumas, quien fundara la primera casa de su congregación en la villa.

Una de las visitas obligadas es el museo del vino, en el cual es posible conocer la historia del vino en el pueblo, además de apreciar los numerosos utensilios con los que se cultivaba que aquí se exponen. Lo mejor de este museo es, por cierto, la bodega subterránea.

Al mismo tiempo, es interesante remarcar la importante cantidad de bosques y pinares que circundan el pueblo, entre los que se destaca el Monte Villalobón, que cuenta con una ruta de senderismo creada por la Mancomunidad Ruta del Vino.

El monumento más importante de este lugar es la iglesia parroquial, que destaca por su portada clásica con un gran arco realizada por  Domingo de Ondátegui, arquitecto vasco que durante el siglo XVIII participó en la construcción de numerosas obras arquitectónicas, como la imponente torre de la catedral de El Burgo de Osma. El conjunto en sí mismo es maravilloso, en su interior  dispone de tres naves denominadas «de salón». El altar mayor posee en su interior dos bajorrelieves del siglo XII que sobresalen por su arte.

Sus principales festividades tienen lugar el 12 de febrero, celebración que honra a Santa Eulalia de Barcelona, y el 15 de agosto, fiesta de la Asunción de Nuestra Señora. Además, se lleva a cabo la fiesta del nativo ausente que se inicia el jueves posterior a la de Asunción, donde se efectúa la ya clásica «decoración de los barrios».

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