Toledo representa, por cierto, un destino perfecto para realizar una escapada de fin de semana desde Madrid. Ubicada a orillas del río Tajo, se levanta esta ciudad que supo ser la capital del país durante cuatro siglos, durante la dominación visigoda.
Toledo, conocida también como la ciudad de las Tres Culturas por haber albergado cristianos, musulmanes y judíos, es un lugar sensacional para ir tras las huellas del pasado medieval que dan cuenta de cada una de estas culturas, como es el caso de la Catedral de la ciudad, la Mezquita de la Luz y la sinagoga de Santa María la Blanca. También, vale la pena visitar el Museo Sefardí, considerado el mejor de España conjuntamente con el del Call de Girona.
El Alcázar representa otro de los monumentos toledanos más significativos, el cual sirvió de escenario de un importante episodio durante la Guerra Civil española y que hoy alberga el Museo Militar. Desde aquí se pueden apreciar bellas vistas de la ciudad y del río Tajo.
Por su parte, las estrechas calles del casco antiguo de Toledo invitan al paseo, sobre todo por las noches gracias a su importante ambiente nocturno que incluye bares de copas y locales donde bailar y pasar un buen rato.
La gastronomía de la ciudad es un capítulo aparte. Platos como la perdiz a la toledana y el venado de los montes de la provincia, así como postres como el mazapán son muy populares.
No podemos retirarnos de Toledo sin antes visitar la Ronda del Valle, el paseo por el exterior de las murallas de la ciudad, que transcurre entre palmerales y el sonido del agua que fluye río abajo. Sólo nos llevará poco más de una hora, permitiéndonos apreciar los cigarrales y la zona que circunda al Parador Nacional.
Toledo es un destino que me han recomendado muchas veces y que sin embargo todavía tengo pendiente 🙁 A ver si la próxima vez que haga un viaje hacia el interior consigo sacar tiempo para visitar la ciudad.