Altea, ciudad situada a unos 50 kilómetros al norte de Alicante, es un destino acogedor que se alza en medio de una bahía que se halla protegida por una cadena montañosa, representando uno de los enclaves más bonitos de la costa del mediterráneo.
En esta ciudad, es posible encontrar desde bellas playas hasta un importante patrimonio cultural, siendo la iglesia de Nuestra Señora del Consuelo visita obligada.
Otro de los monumentos de gran interés es la Torre de la Galera, que ha sido declarada Bien de Interés Cultural y que representa una bella construcción, situada próxima a la otra torre que fue adherida en la antigüedad a la muralla del casco antiguo, la cual no es otra sino que la de Bellaguarda, actualmente custodia por una plaza.
Para disfrutar del sol, nada mejor que hacerlo en las playas de lujo de Altea, circunscriptas por acantilados y llanos arenosos, que constituyen una de las joyas de la Costa Blanca. Entre las principales playas es posible mencionar: la Olla, Cap Negret y el Mascarat, así como Campomanes, La Roda y Cap Blanch.
El entorno de la ciudad de Altea es singularmente bello. Al norte, se divisa la punta de Mascarat y el cabo de Toix, al fondo la mole del Peñón de Ifach, y en la zona sur el Faro de Altea.
La parte moderna, que está ubicada junto al mar, dispone de un agradable paseo marítimo y un destacado puerto deportivo, donde se llevan a cabo actividades pesqueras. Se trata de una zona donde proliferan los restaurantes, en donde es posible degustar exquisitos platos a base de pescado y arroz.
Altea es ideal para la práctica de deportes marítimos, ya que hay numerosos amarres en diversos puertos cercanos. También, se practica mucho el golf.
En referencia a la gastronomía, Altea dispone de cocinas de todo el mundo aunque se especializa en los platos de mar, ya que se trata de un pueblo tradicionalmente pesquero. ¡No te lo pierdas!