Talavera de la Reina, considerada por Cervantes como la mejor tierra de Castilla, es una ciudad que sobresale por la calidad de su cerámica perteneciente a los siglos XV y XVI. Aquí se han fabricado azulejos que actualmente se hallan en importantes edificaciones, como es el caso de la Catedral vieja de Salamanca y el Monasterio de San Lorenzo del Escorial, por mencionar algunas.
La ciudad posee un gran número de monumentos que dan cuenta de su rica historia. De este modo, es posible apreciar conventos, iglesias, palacios, puentes y edificios muy importantes, como por ejemplo el Antiguo Ayuntamiento y la Basílica de Nuestra Señora del Prado.
Dado a que Talavera continúa siendo considerada la ciudad de la cerámica, la Ruta de la Cerámica es uno de los paseos obligados, durante el cual es posible conocer diferentes lugares de la ciudad, como la Ermita de Nuestra Señora del Prado, patrona de la villa, en la que puede apreciarse una magnífica colección de azulejos. El paseo prosigue por los jardines del Prado, sitio en el que la cerámica talaverana se combina con el ladrillo mudéjar. Al mismo tiempo, vale la pena recorrer el Museo Ruiz de la Luna, dedicado a la cerámica y que dispone de colecciones que van del siglo XVI al XX.
Una de las tradiciones del lugar la constituye el Mercado Medieval de San Jerónimo, el cual el primer sábado de cada mes congrega al pueblo talaverano para comprar productos autóctonos, herboristería, cerámica, cuero, disfrutando además de actuaciones de teatro callejero, entre otras actividades.
Y como en cada lugar al que nos dirigimos, es imposible resistirse a degustar la exquisita cocina local que está basada en carnes de cordero, venado, jabalí, liebre.
Ya no tienes que continuar pensando, planifica un viaje a Talavera de la Reina y descubre todo su encanto.
Foto: Fuente