Si está pensando en un destino para sus próximas vacaciones, lejos del bullicio de la ciudad, para descansar y disfrutar de la tranquilidad, el Valle del Silencio es el sitio indicado.
Estas tierras fueron descubiertas por los monjes visigóticos, quienes poblaron cada uno de los recovecos de este laberinto de valles, dando origen a pequeñas cuevas destinadas a los anacoretas retirados en busca de paz espiritual.
El paraje, en sí, recibe el nombre de Tebaida Berciana, un lugar de ermitaños, donde se fundaron diversos monasterios que estuvieron habitados por frailes mozárabes, que desplegaron una arquitectónica que evoca formas de la España musulmana. Del monasterio mozárabe, en la actualidad, solo queda su atractiva iglesia.
El Valle del Silencio, es un verdadero espacio natural que presenta una combinación de lo agreste, bosque y peña, valle de claustro y cumbres de nieve. Tanto sus pueblos como su arcaica agricultura, nos transportan al pasado ya que son el símbolo de este gran valle y de sus fondos de saco laterales, circundados por numerosos arroyos.
La diversidad de especies faunísticas propias del lugar es sorprendente, aquí habitan jabalíes, corzos, ginetas, zorros, hurones, y lobos. Además, dispone de alrededor de ciento cuarenta especies de aves de porte y pájaros.
En cuanto a la vegetación del lugar, es posible hallar robles, encinas carrascas, genistas, urzales, carquesias y castaños.
Para comenzar con nuestro camino, tomando como punto de inicio a Ponferrada, la ruta atraviesa las vegas agrarias de San Lorenzo para introducirse luego en el valle del Oza por San Esteban de Valdueza, pasando por Valdefrancos y San Clemente de Valdueza.
Ascendiendo con destino a los pueblos más significativos del valle, hallamos en primer lugar Montes de Valdueza, sitio que se destaca por su iglesia medieval así como por las ruinas del monasterio del siglo XVIII y una ermita con vestigios prerrománicos.
La travesía finaliza en el pueblo de Peñalba de Santiago, cuya iglesia es un claro del antiguo monasterio mozárabe, una reminiscencia clave de este arte en España. Al mismo tiempo, Peñalba de Santiago sobresale por su arquitectura popular que convive junto a numerosas huertas y una frondosa arboleda.
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