Viaje de placer a Marbella

Marbella es una de las ciudades más encantadoras de la Costa del Sol, por su agradable microclima, la calidad de sus playas, su ambiente único y la hospitalidad de sus gentes. No por nada ha sido elegida por los famosos como lugar de descanso durante el verano.
Entre sus principales atractivos se encuentran los diversos campos de golf, Puerto Banús y sus tiendas y locales de moda de primer nivel.
Mención aparte merecen sus playas que, a lo largo de 27 kilómetros de costa, invitan a broncearse, zambullirse en sus aguas templadas y probar alguno de los platillos típicos de los chiringuitos. La Playa de Guadalmina, ideal para practicar deportes náuticos, así como la Playa de San Pedro Alcántara, de arena negra, y la Playa de Puerto Banús, de gran atractivo, son algunas de las más concurridas.
La ciudad de Marbella es poseedora, además, de una rica cultura. Las termas, al igual que la muralla y las torres de origen musulmán, la villa romana, los templos y ermitas de la época cristiana, dan cuenta de su interesante legado histórico.
El casco antiguo es la zona donde se concentran la mayor parte de los monumentos. Posee el típico entramado de pueblo andaluz, con calles angostas de adoquines y casas de fachadas blancas adornadas con flores que penden de las macetas. El punto neurálgico se encuentra en la plaza de los Naranjos, sitio ideal para tomar un descanso y beber algo en sus terrazas. En ella se encuentran el edificio del ayuntamiento, una fuente datada en 1704 y la ermita de Santiago, que son sus principales atractivos.
Si bien no es su faceta más popular, Marbella es dueña de un patrimonio artístico y monumental de gran belleza. La localidad fue fundada por los romanos, de esa época se conservan la Villa Romana de Río Verde y las termas de Guadalmina. Asimismo, continúan en pie varias torres del período musulmán, como es el caso de la Torre Ladrones, ubicada cerca del Puerto de Cabopino.  De los monumentos religiosos se destaca la ermita de Santiago, construida en el siglo XV, por ser la más antigua.
También en el casco antiguo se alza la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, levantada entre los siglos XVI y XVIII, cuyos principales atractivos son el órgano de Sol Mayor y la portada Rococó. 

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