Jornada en Embalse de Los Canchales

Visitamos la provincia de Badajoz para disponernos a realizar una ruta por el embalse de Los Canchales, el cual se halla sobre la Rivera de Lácara, un curso de agua que nace en la Sierra de San Pedro y desemboca en el río Guadiana.

Empezamos la ruta en la localidad de La Garrovilla, en donde por tomamos una pista asfaltada que conduce al muro del embalse de Los Canchales. El primer tramo, de aproximadamente 7,5 km, resulta muy interesante pues discurre a lo largo de terrenos que son aprovechados para el cultivo de secano de cereal, olivar y girasol. El resto del itinerario prosigue por una pista perimetral de tierra que se extiende  sobre la cota de máxima inundación del embalse, permitiéndonos de ese modo recorrer el paraje en su totalidad. Sugerimos realizar una parada en el dique artificial, en cuyo extremo hay un observatorio.

Luego de recorrer unos 4 km más, arribamos a la cola del embalse, una zona de aguas poco profundas donde es posible apreciar los brazos zigzagueantes de la Rivera de Lácara. Vale destacar que cuando baja el nivel del agua puede tomarse un camino alternativo, que acorta considerablemente el recorrido. El punto final del periplo es el muro de la presa.

Además de ser considerado Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), el Embalse de Los Canchales está declarado como “Humedal de Importancia Internacional”. Este espacio protegido sirve de hábitat para numerosas especies de aves, puesto que cuenta con grandes superficies de aguas someras, a la vez que alberga diferentes tipos de vegetación acuática y subacuática.

En función de la época del año que realicemos la visita, dependerán las especies que vamos a encontrar. Aunque lo ideal es elegir realizar la ruta en verano, porque es el mejor momento para la observación de aves.

Si deseamos ampliar nuestro recorrido ornitológico, podemos optar por dirigirnos hacia la desembocadura del Río Aljucén, a donde llegamos tras pasar por la localidad de Esparragalejo. Al norte del Embalse de Los Canchales, también podemos allegarnos hasta el Dolmen de Lácara, un sepulcro colectivo muy bien conservado que data del período Calcolítico.

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elperiodicoextremadura.com